Retomando el tema del existencialismo, hablaré sobre uno de sus más interesantes exponentes, la obra El extranjero de Albert Camus.
El extranjero es una obra de
corte existencialista que cuenta la historia del joven francés Meursault, de
cómo debido a su pasividad a la hora de tomar decisiones y a una serie de
acontecimientos de carácter casual, acaba siendo condenado a muerte por
asesinato.
Por medio de esta obra, Camus nos
presenta un personaje que se opone al principio mismo del existencialismo de la
libertad de elección del individuo para llegar a ser.
Estructuralmente la obra se halla
dividida en dos partes, la primera nos presenta la vida cotidiana de Mersault,
su falta de motivación, de estímulo alguno hacia el mundo que le rodea, su
exagerada neutralidad, llegando a dejar que sea el resto el que tome las
decisiones por él. Manteniéndose al margen, sin cuestionarse nada moralmente. Debido
a esta actitud frente a la vida, una serie de acontecimientos que se encadenan
provoca que el protagonista acabe asesinando de manera aparentemente inmotivada
a un árabe y rompiendo así el equilibrio de su tediosa vida sin sentido.
En la segunda parte, se narra el
juicio que acaba con la vida de Mersault. Mientras que la primera parte es como
una especie de crítica a la pasividad e insensibilidad por parte del
protagonista, esta segunda parte nos muestra los cuestionables principios
morales de la sociedad que lo condena.
Es interesante como en esta
segunda parte, en cierto modo Camus nos hace sentir una especie de simpatía
hacia Mersault, olvidamos que es el asesino y no la víctima. Debido al juicio
hacia el protagonista por una serie de hechos que poco tienen que ver con su
crimen, tales como que no llorase en el entierro de su madre, que fuese
“camarada” de un chulo o que no creyese en Dios llega un momento en el que nos
olvidamos por completo del árabe asesinado. Lo olvidamos tanto nosotros como
lectores, demasiado preocupados por el juicio hacia Mersault, como la sociedad
que le juzga, más indignados por el hecho de que no llorase en el entierro de
su madre o por su ateísmo que porque hubiese asesinado a otro ser humano. Es
como si el hecho de que el sujeto (sociedad, propio lector) no vea al otro
sujeto (árabe asesinado) convierta a este último en objeto.
Por último me gustaría hablar
brevemente de un punto que considero interesante y me dio qué pensar. En la
cárcel, a Mersault le privan de su libertad, en un principio me resultó
paradójico, ya que durante todo el relato, había abandonado esa libertad para
que fueran los demás los que decidieran por él, se había mantenido al margen y
es justo cuando se la quitan cuando la echa en falta. En cambio, llega un
momento en que como todo, le acaba hasta dando igual. Hay una completa renuncia
y acaba viviendo en el sinsentido en el que vivía, simplemente cambiando de
escenario. Pero existe una especie de cambio al final, cuando ya se sabe
condenado, al fin parece consciente de que ese sinsentido que ha llevado
viviendo tendrá una justificación.
Para culminar, una canción que The Cure dedicó a la escena en la que Mersault dispara al árabe:
Escuchando: New Orleans ~ Former Ghosts
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